Un porcentaje muy elevado de los pasajeros de automóviles no presta atención a
la regulación del reposacabezas. Este elemento de seguridad es capaz de evitar
lesiones cervicales, las cuales constituyen en la actualidad la principal causa
de reclamación por daños ante las compañías de seguros, lo cual da idea de la
magnitud de este tipo de lesiones. Muchas de estas lesiones arrastran secuelas
de por vida, las cuales evolucionan normalmente a peor a medida que se
envejece.
Las lesiones cervicales pueden producirse
tanto al sufrir un alcance trasero como durante una colisión frontal, en la
fase conocida como "de rebote" durante la cual el cuerpo de los
ocupantes tras un desplazamiento inicial hacia delante comienza a moverse hacia
atrás hasta que el respaldo del asiento y el reposacabezas lo detiene
finalmente.
Al contrario de lo que cree mucha gente, el
"latigazo cervical", nombre con el que se denomina genéricamente a
muchas de estas lesiones, es típico de colisiones por alcance a velocidades
bajas típicas de la circulación urbana y también de colisiones frontales a
media-alta velocidad.
Para que un reposacabezas limite el
movimiento de la cabeza éste debe ajustarse de la siguiente manera:
- Horizontalmente, lo más cerca posible de la parte trasera de la cabeza, para que comience a actuar lo antes posible.
- En cuanto al ajuste vertical, el reposacabezas deber "recoger" con suavidad pero firmeza la zona más prominente de la parte trasera de nuestra cabeza, la cual normalmente está situada a la altura de los ojos. Como regla práctica, la parte superior del reposacabezas debe quedar a la misma altura que nuestra coronilla.
Hacer una prueba del ajuste del
reposacabezas es muy simple. Con el vehículo parado, desplace la cabeza hacia
atrás; si la primera zona de su cabeza que contacta con el reposacabezas es la
zona occipital (para trasera inferior de la cabeza), entonces el reposacabezas
queda muy bajo. Si al presionar hacia atrás nuestra cabeza contra el
reposacabezas éste se "repliega" hacia abajo, el sistema tampoco le
ofrecerá la debida protección durante una colisión.
A la hora de la compra de un vehículo,
tanto si es nuevo como de segunda mano, no preste atención únicamente al motor
o a la pintura, asegúrese también de que puede regular el reposacabezas
convenientemente dependiendo de su estatura y postura de conducción.
Fuente: race.es
Tenga en cuenta que, como media, la
Seguridad Vial de los principales países europeos estima
que hasta un 90 por ciento de
los vehículos tienen sus reposacabezas mal colocado. Un
reposacabezas bien colocado tiende a minimizar las lesiones del
cuello en un accidente, especialmente a partir de
una colisión trasera.
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